¿Caliente o frío?, ¡no es tan simple!

Biología, Física

Cuando algo quema, ¡es porque está caliente!. Cuando tiritamos, ¡es porque hace frío!. ¿Es fácil reconocer lo caliente y lo frío?



Materiales necesarios
1 vaso con agua tibia
1 vaso con agua fría
1 vaso con agua caliente del grifo (no muy caliente para no quemarte)


La experiencia

  1. Sumerge un dedo en el agua fría y luego en la tibia.
  2. Hazlo de nuevo metiendo primero el dedo en el agua caliente y después en la tibia.
  3. ¿Realmente pusiste agua tibia en ese vaso?



La explicación

El agua tibia parece caliente si tocamos primero el agua fría. En cambio, parece fría si el dedo acaba de salir del agua caliente.

Los receptores nerviosos sensibles al calor de nuestros dedos informan al cerebro sobre la temperatura con respecto a una referencia. Así, si sumergimos primero el dedo en el agua fría, la tibia nos parece caliente, y a la inversa, al salir del agua caliente, todo nos parece más frío.



La aplicación

Los bebés necesitan tomar su baño a la temperatura exacta de 37 °C. Para verificar la temperatura del baño es indispensable tener un termómetro. Nuestra piel no es un indicador muy confiable, pues siempre está expuesta a la temperatura exterior, lo cual la lleva a establecer comparaciones. De hecho, cuando nos queremos bañar y verificamos la temperatura con la mano, a menudo nos llevamos una desagradable sorpresa. Entrando en la bañera, ¡el agua parece siempre caliente, en aquellos sitios del cuerpo que estaban protegidos por la ropa!



¿Caliente o frío?, ¡no es tan simple! (PDF - 204 Kb)

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