1. Coloca el corcho en la superficie del agua del tobo (balde).
2. Voltea el vaso, colócalo en el agua sobre el corcho; luego sumérgelo sosteniéndolo de manera vertical.
3. Poco a poco, voltea el vaso.

¿Qué sucede?

Cuando el vaso desciende bajo el agua, el corcho también, quedándose siempre en la parte baja del vaso.

Cuando volteamos el vaso, las burbujas salen del vaso y suben a la superficie; en ese momento, el vaso se llena de agua y el corcho sube.

Entonces, el vaso estaba lleno con una sustancia transparente que impulsó el agua y el corcho; y luego se desplazó en el agua en forma de burbujas. Esta sustancia es un gas transparente que llamamos aire.

El vaso con aire sumergido en el agua se parece a las "campanas de buzo" que utilizaron nuestros ancestros para hacer trabajos debajo del agua, en los ríos. En 1.690, el físico inglés Edmund Halley descendió 18 metros de profundidad con la ayuda de una campana de buzo inventada por él.